EL AYUNTAMIENTO Y LA POLICÍA LOCAL. CRONICA DE UN CONFLICTO INTERMINABLE. (Parte III: La falta de apoyos y el sindicato profesional”)



El 4 de diciembre del 2012 un nutrido grupo de trabajadores del ayuntamiento de Lucena se reunió en asamblea, convocada por la Junta de Personal, para ser informados de las negociaciones sobre la revisión de la valoración de puestos de trabajo (VPT), las protestas de la policía local, las reuniones mantenidas con el equipo de gobierno y los servicios jurídicos y económicos municipales, y las posibilidades de llevar a cabo esta revisión. Los asistentes decidieron unánimemente instar al equipo de gobierno a continuar con los trámites de la revisión y a llevar a cabo una cuantificación económica de la misma, para que en un futuro pudiera llevarse a efecto. Pero, sin embargo, no se exigió su aplicación, como venían reclamando los policías. Estos se quedaban sin apoyos en sus reivindicaciones para recuperar el nivel retributivo perdido.

El por entonces presidente de la Junta de Personal del Ayuntamiento de Lucena, D. Joaquín Cabello, realizó declaraciones a los medios al término de la asamblea: …"entendemos que la aplicación de la VPT en estos momentos es inviable, ya que así lo indica la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el bienio 2013-2014, pero preferimos que la negociación se cierre para que una vez que pueda aplicarse, quizá en 2015, todo este claro"... Cabello señaló que se había insistido en que la partida para productividad consignada en los presupuestos, y no gastada por la ampliación de la jornada laboral, se mantuviera en los presupuestos de 2013, incluso aunque no pudiera gastarse, …"para que de cara a 2015 no se haya rebajado la masa salarial del ayuntamiento"... La Junta de Personal apoyaba los argumentos del equipo de gobierno, basados en la imposibilidad de incrementar la masa salarial, al mismo tiempo que solicitaba mantener aquel dinero procedente de la productividad de la policía local en los presupuestos para que no disminuyera esta. Esta decisión favoreció la llegada al ayuntamiento de un nuevo sindicato, el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME), que vendría a cubrir la falta de representación y apoyo que el colectivo percibía en los sindicatos de la Junta de Personal y el resto de los trabajadores públicos.

La decisión adoptada en aquella asamblea iba en contra de la intención del equipo de gobierno municipal. La partida económica en cuestión, que ascendía a unos 250.000 €, era considerada fundamental para rebajar el endeudamiento y seguir optando a financiación externa durante el año 2013. Ese era el espíritu del decreto ley del Gobierno Central, que imponía limitaciones a la contratación y al incremento de la masa salarial de los ayuntamientos. Con otras palabras, no se podía incrementar la masa salarial, algo que nadie estaba reclamando, pero se podía destinar aquel dinero, ahorrado de restar la productividad de la policía, al pago de deuda. Resumiendo, te quito la productividad sin ofrecerte alternativa para que la puedas cobrar por otro concepto distinto al exceso de jornada, para pagar con ese dinero la deuda que nosotros los políticos hemos acumulado.

Cabello señaló que el concejal delegado de Personal había hecho tiempo atrás el ofrecimiento a las Secciones Sindicales, de comenzar la revisión de la VPT, aparcada desde el año 2008. En aquel momento se había acordado constituir una subcomisión de la Mesa de Negociación para la revisión de la VPT, con representación de las distintas secciones sindicales reconocidas formalmente en el Ayuntamiento. Tras meses de deliberaciones, la tarea de esta subcomisión tocó a su final. Sin embargo, en noviembre, el concejal delegado de Personal dijo que, aunque se aprobase, no era factible la aplicación de la VPT, porque la legislación estatal presupuestaria lo impedía. Según Cabello, …"esta situación contradictoria ha llevado a que determinados ánimos del colectivo municipal se crispen y como consecuencia de ello se hayan sucedido una serie de protestas hacia el Equipo de Gobierno, si bien todas ellas se han realizado dentro de unos márgenes, no dándose ninguna situación incontrolada"… ,y añadió, …“el trabajo realizado por esta subcomisión sólo era el de elaborar el estudio de funciones y valoración de puntos, no siendo éste el órgano encargado de la negociación definitiva, cuya aplicación definitiva es competencia de la Mesa General y posteriormente el Pleno Municipal"... Aclarando seguidamente que el estudio de esta revisión de la VPT, …"no pretende una subida de sueldos a los trabajadores públicos de esta administración, sino un reconocimiento de las funciones de sus puestos y una valoración de estos"... [1]

La sección sindical del SPPME, recién creada, insistió hasta la saciedad en que las Leyes de presupuestos no prohibían la revisión de la valoración de los puestos mediante modificación de la VPT, ni la de Rajoy ni las anteriores. El equipo de gobierno se amparaba en el criterio de los técnicos municipales para no activar una solución política al conflicto, desoyendo todas las argumentaciones y alternativas propuestas por el sindicato profesional. Este trató de explicar uno por uno, estos argumentos, al Secretario, la Interventora, la Jefa de Recursos Humanos, Vicesecretario y Tesorero. La sección sindical defendía que las leyes de presupuestos incluyen, desde 1985, en sus capítulos de gastos de personal, la figura de las “adecuaciones retributivas de carácter singular y excepcional”, elemento necesario para adaptar la valoración de los puestos de trabajo en cada ejercicio, y que ello no tenía por qué suponer un aumento de la masa salarial, puesto que lo que se estaba reivindicando era mantener el nivel de retribuciones de la policía, anterior al cambio de jornada impuesto por el gobierno central, a través de la revisión de determinados vectores de valoración que no se revisaban desde 2006. Pensemos, ¿sería lógico que las administraciones públicas hicieran una VPT y nunca más se pudiera revisar esta, a pesar de que las condiciones en el desempeño de determinados puestos variasen de un ejercicio presupuestario al siguiente? Las VPTs deben ser documentos vivos, dinámicos y activos. Estos argumentos se tornarían tiempo después en incontestables, con la posterior contratación municipal del Grupo ICSA, empresa que hacía valoraciones de este tipo, para administraciones públicas por toda España, bajo esos mismos fundamentos y durante el periodo de tiempo objeto de esta crónica.

De forma paralela, la instrucción de los expedientes disciplinarios llegaba a su fin. Conforme al Régimen Disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía, aprobado por Ley Orgánica 4/2010, de 20 de mayo, que es el que se aplica al Cuerpo de la Policía Local, se desarrollaron las diferentes fases procedimentales de los expedientes (período de información reservada, providencias, declaraciones, práctica de pruebas, oficios…) que desembocaron en una resolución que establecía que …“los hechos denunciados por el Sr. Cantizani, carecen de la entidad suficiente para constituir infracción disciplinaria y que se amparan en el legítimo ejercicio, por parte de los trabajadores, de los derechos de libertad de expresión y de defensa de los derechos que les son inherentes, proponiéndose el archivo de los expedientes disciplinarios”…

Ante esta resolución el SPPME expresó públicamente: … “han sido casi seis meses que han supuesto numerosas horas de trabajo para los funcionarios encargados de la tramitación, gastos en medios digitales de prueba, gran cantidad de folios y mucho malestar en esta plantilla. Nos preguntamos si un concejal, que cuestiona la penosidad del trabajo policial y que gana casi cuatro veces el salario de un policía, no lleva implícito en su sueldo soportar las justas reivindicaciones y críticas de un grupo de trabajadores. El Sr. Cantizani ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias y ha hecho un daño irreparable a un grupo de profesionales con una trayectoria irreprochable”…, añadiendo, …“esta plantilla, pese a los vanos intentos del Sr. Cantizani de amedrentar al personal, seguirá reivindicando sus derechos laborales y exigiendo que se reconozcan las peculiaridades de nuestros puestos,  continuará ejercitando las medidas de presión que  se estimen convenientes dentro de la legalidad y mantendrá en el tiempo la huelga de celo hasta que se restablezca la situación de discriminación salarial de este colectivo, en la que su equipo de gobierno nos ha situado”[2]

  

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